Tomado de Juventud Rebelde
«No tuvo Cuba día más bello que el 10 de abril de 1869», expresó el Héroe Nacional cubano, José Martí, sobre aquella histórica fecha, de la cual se cumplen hoy 151 años.
Fue Guáimaro cuna de la nación cubana, el lugar donde los patriotas en plena lucha por la independencia se reunieron para redactar la primera Constitución mambisa, aquella que proclamó que todos los hombres nacen libres e iguales, además de reconocer los derechos de la mujer y enunciar el concepto de soberanía nacional, como expresión de la voluntad del movimiento independentista cubano.
No por casualidad, luego del fracaso de la Guerra de los Diez Años, Martí escoge la fecha del 10 de abril de 1892 para fundar el Partido Revolucionario Cubano (PCR) en tiempos en que preparaba la Guerra Necesaria y era imprescindible alcanzar la unidad para lograr la independencia del dominio español, y fundar una República con todos y para el bien de todos frente a otros peligros imperialistas que ya por entonces avizoraba.
En sus Bases, el PRC expresaba que «no se propone perpetuar en la República Cubana, con formas nuevas o con alteraciones más aparentes que esenciales, el espíritu autoritario y la composición burocrática de la colonia, sino fundar en el ejercicio franco y cordial de las capacidades legítimas del hombre, un pueblo nuevo y de sincera democracia, capaz de vencer, por el orden del trabajo real y el equilibrio de las fuerzas sociales, los peligros de la libertad repentina en una sociedad compuesta para la esclavitud».
Como muestra de la continuidad histórica del proceso revolucionario cubano, este 10 de abril se cumple exactamente un año de la proclamación de la nueva Carta magna, aprobada en referendo popular por la inmensa mayoría de los ciudadanos y en la que se ratifica que Cuba es un Estado socialista de derecho y justicia social. Por eso, en sus palabras ante los diputados ese día, el Primer Secretario del Comité Central del Partido, General de Ejército Raúl Castro, resaltó que «la Constitución que proclamamos hoy es continuidad de aquella primera, en tanto salvaguarda como pilares de la nación, la unidad de todos los cubanos y la independencia y soberanía de la Patria».