El 14 de marzo es una fecha muy significativa para el poblado de Guayos y para toda Cuba. Hace precisamente hoy 67 años de su muerte a manos de los esbirros batistianos cuando solamente tenía 19 abriles
Por: Hugo Crespo Crespo
La fecha del 14 de marzo tiene una amplia significación para Cuba, desde que, en 1892 José Julián Martí y Pérez, funda el periódico Patria, órgano de prensa del Partido Revolucionario Cubano, agrupación que tuvo su génesis oficial el 10 de abril de ese propio año en tierra norteamericana.
Pero lo que no se imaginó el propio José Martí y otros connotados patriotas, es que, en 1938 en un pequeño pueblo de la región central de la isla caribeña, llamado Guayos, nacería uno de los más fieles seguidores de sus ideas, quien a menudo, ante cualquier situación negativa que observaba por parte de detractores de su país afirmaba con toda energía la frase del Apóstol: ¨LA PATRIA ES ARA Y NO PEDESTAL¨. Ese joven quien apenas sin cumplir los 20, fuera asesinado en La Habana, por esbirros de la dictadura de Fulgencio Batista, el 14 de marzo de 1958, fue Elcire Valentín Pérez González.
La vida de este casi adolescente está colmada de innumerables ejemplos para convertirlo en uno de los hijos más queridos de esta tierra.
A los 14 años de edad ya ofrece muestras de una acusada tendencia combativa, de sus preocupaciones ideológicas e inquietudes intelectuales. En el Liceo, en la Colonia Española, en el parque, en las calles, en el Instituto de Segunda Enseñanza en Sancti Spíritus, se escuchaban incesantemente sus airadas protestas contra el régimen tiránico, explotador y proimperialista de Batista.
Elcire o Yiyo como lo llamaban cariñosamente, cursó sus primeros estudios en la escuela privada de la señora Eurania Gómez y luego en la del señor Eduardo Gómez del Valle, ambas en su pueblo natal. Al cumplir los trece años de edad ingresa en el Instituto de Segunda Enseñanza de Sancti Spíritus, centro en el que se destaca por su inteligencia y sentido del deber.
Por las cualidades de su personalidad se transforma en el líder natural del estudiantado revolucionario progresista de dicho Instituto y además logra la unidad e influye en otros centros como las Escuelas de Comercio, Artes y de Oficios donde muchos jóvenes siguen sus ideas.
A fines de 1955 se funda el Movimiento 26 de Julio en Guayos, en cuya tarea se destaca por su capacidad organizativa y dedicación a la causa de la revolución que se iniciaba, convirtiéndose en su jefe indiscutible.
Ante la constante persecución de que era objeto debido a su actividad clandestina en la propaganda contra el tirano y a la recaudación de fondos y otras tareas propias de la clandestinidad, decide el Movimiento su traslado hacia La Habana en los primeros meses de 1957 donde podía seguir trabajando en favor de la Revolución con mayores posibilidades de burlar la vigilancia de los sicarios de batista. Al llegar se incorpora a la lucha clandestina bajo las órdenes de Faustino Pérez Hernández.
En noviembre de 1957 fue detenido y estuvo preso once días en la Quinta Estación y de ahí fue trasladado para el Castillo del Príncipe, logra enviar una carta a Teodora, su mamá de crianza, escrita el 4 de febrero de 1958, en la que le cuenta de la encarcelación y le expresa muchas ideas que demuestran la profundidad de su pensamiento, cuando apenas cumplía los 19 años, edad truncada por la muerte salvaje, el 14 de marzo de 1958.
Esta fecha pasa entonces a convertirse en una de las más significativas de Guayos. Allí sus compañeros de lucha, familiares y amigos que aun pueden dar fe de su grandeza siempre lo veneran y recuerdan.
Por eso en su Guayos natal su nombre se levanta desde lo más alto para dar luz intensa a uno de sus hijos más queridos. En 1969 el Buró Municipal del Partido que existía en ese entonces en este poblado, develó una tarja de mármol en la vivienda de Elcire, después en 1976 se inauguró el busto del mártir en el parque de esta localidad por parte del combatiente Carlos Pérez Hernández, donde intervino el pionero Jonathán Quirós Santos. El acto concluyó con las palabras centrales a cargo de Mario Ramón Rodríguez Valero, uno de sus compañeros de lucha. Estaban presentes Hipólito Díaz Díaz, miembro del Buró regional del PCC y Primer Secretario del Partido en Cabaiguán; Alicia Crespo Díaz, miembro del Comité Provincial del Partido en Las Villas y Directora de Educación del Regional Sancti Spíritus; y otros combatientes.
Posteriormente en 1988 se abrió al público, el Museo Casa Natal de Elcire Pérez González y se colocó una nueva tarja y en 2018 se en recordó el aniversario 60 de su vil asesinato, donde se premiaron a varios participantes en un concurso patrocinado por la Unión de historiadores en Cabaiguán.
Su vida y obra han estado presentes en coloquios de la cultura guayense, en investigaciones, talleres, eventos, concursos, en actos cada 16 de diciembre día de su natalicio y 14 de marzo, día de su asesinato, en visitas a su casa natal y en el libro que para la posteridad escribieran dos apasionados investigadores y escritores de esta tierra; Héctor Inocente Cabrera Bernal y Noelio Ramos Rodríguez. También su nombre estuvo presente en el otrora preuniversitario de El Saltadero, en una antigua fábrica de raspaduras; y hoy se encuentra en una cooperativa de producción agropecuaria y en la flamante casa de cultura local, colectivo que expone a altos niveles altos resultados en su labor, en una comunidad donde las artes y la historia van de la mano; y de ellas, Elcire, fue y será uno de sus más fieles defensores.
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