Segundas partes casi nunca resultan buenas y la actual temporada de la COVID-19 en Cabaiguán corrobora la máxima del refranero popular, justo cuando la tasa de incidencia alcanza los 116, 72 confirmados por 100 000 habitantes en la última quincena y los pronósticos indican un mayor deterioro de los indicadores.
Por: Alexey Mompeller Lorenzo
En esta saga de la pandemia el territorio ratifica su complejidad epidemiológica al mostrar niveles exponenciales, 75 casos activos en ese lapso temporal, solo en el primer rebrote de la enfermedad se acumularon 31 pacientes, e incrementa a 33 los controles de foco abiertos, dispersos por escenarios urbanos y rurales.
La doctora Mayte Lemas Suero del Departamento de Vigilancia en la Dirección Municipal de Salud Pública precisó que la mayor infestación compromete al área II de Salud con 38 contagios y 18 controles de foco abiertos, mientras el Policlínico I y Guayos emulan con 20 y 17 portadores del COVID-19, respectivamente.
Durante varias jornadas consecutivas el número de positivos crece y al cierre de este viernes constaron 9 las personas reportadas, excepto una gestante residente en Santa Lucía, el resto corresponden la ciudad cabecera, ocho son contactos de casos antes notificados y en uno ignoran la fuente de infección, añadió Lemas Suero.
El aumento de pacientes pediátricos no ha cedido en la semana reciente, nueve menores de edad se computan en ese período, y la víspera resaltaron dos ejemplos de descuidos familiares, un cabaiguanense de 10 años y una neonata de 17 días de nacida.
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