En el corto tiempo que Luís Seijas permaneció en ese poblado desarrolló una incesante actividad revolucionaria que lo ha señalizado como un mártir de la localidad
Por: Daisy Martín Ciriano (Licenciada en Historia)
Cabaiguán se encuentra unido en la historia con muchos pueblos de Cuba en diferentes etapas de lucha, pero la última gesta liberadora trajo a este territorio a numerosos jóvenes que participaron junto a los cabaiguanenses en la lucha por el derrocamiento de la dictadura. Muchos de estos hombres llegaron a conocer el triunfo, pero otros, como Luis Jesús Seijas Echemendía, fueron asesinados en plena juventud.
Luisito llegó a Cabaiguán a inicios de 1957 y desarrolló arriesgadas misiones que provocaron el respeto y la admiración de sus compañeros de lucha, mientras que la tiranía le consideró como un revoltoso.
Era un experto en colocar petardos y explosivos. Traía la experiencia adquirida en El Cristo, Santiago de Cuba, y aquí participó en varios sabotajes, hasta ser apresado el 11 de mayo de 1957.
Enjuiciado en la Audiencia de Santa Clara cumplió condena en las cárceles de diferentes pueblos de Cuba como Santa Clara, La Habana e Isla de Pinos. Próximo a extinguir sanción fue sacado de la prisión y asesinado. Su cadáver fue encontrado en las afueras de Barajagua en horas de la madrugada del 22 de julio de 1958. Su cuerpo inerte tenía huellas de disparos en el vientre y el pecho.
Con la claridad del día, los vecinos del lugar y entre ellos Seyna Darwyche encontraron su cuerpo. Seyna avisó al Juzgado de Cumanayagua para que algún funcionario se personara en el lugar y tomara información de lo ocurrido. En ese lugar trabajaba Ramón Nodal que simpatizaba con el Movimiento Revolucionario. El funcionario situó el cadáver sobre una puerta de madera que estaba en el suelo y tomó varias fotos. Tras el triunfo revolucionario, estas fotos permitieron identificar al desconocido como Luis Jesús Seijas Echemendía. Tenía al morir 19 años. Hoy, se le recuerda en esta página a 62 años de su asesinato.