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José Antonio Rodríguez López, marcó pautas en la plástica local

Desde muy temprana edad, José Antonio, conocido cariñosamente por Cheo, tuvo que colaborar con su padre en las tareas del campo para ayudar a la manutención de la familia. Tempranamente se advirtió en él, una gran inclinación hacia el dibujo y en cada papel que llegaba a sus manos, realizaba trazos sobre figuras de animales y paisajes campestres.

Por Daisy Martín Ciriano (Licenciada en Historia y Ciencias Sociales)

Las Artes Plásticas cabaiguanenses han tenido a través del tiempo a grandes figuras exponentes de su calidad, entre ellos José Antonio Rodríguez López. Su nacimiento ocurrió en el año 1909 en la finca rural Manaquita Capirot. Resultó ser el tercero de los 10 hijos del matrimonio formado por Amada López Pérez, natural de Placetas y de Antonio Rodríguez Herrera de origen canario, quien había emigrado a Cuba a inicios de 1900. Por el lugar de asentamiento a esta familia se apodaban «los Manaquita»

Contaba con 12 años cuando cursó estudios en el Colegio Lasalle, de Sancti Spíritus. Y en 1928, participó en una convocatoria que liberó la Escuela Nacional San Alejandro, en La Habana y obtuvo una plaza como estudiante, curso que inició al siguiente año. Con notas brillantes adquirió su título de Dibujo y Pintura, el 31 de julio de 1934.

Durante su estancia en la Academia tuvo la oportunidad de recibir las enseñanzas de figuras ilustres como Armando Menocal, que además de desempeñar el cargo de director del centro era profesor de la asignatura “Paisaje”. También bebió de los conocimientos de Leopoldo Romañach, que ocupó también responsabilidad en la dirección de la Academia y posteriormente impartió la asignatura “Colorido”. En 1938 alcanzó José Antonio el título de Dibujo y Modelado.

En 1940, cumplió el Servicio Militar en Nicaro, Oriente. Tras concluirlo, ya se habían creado escuelas en algunas provincias, similares a San Alejandro. Santiago de Cuba fue una de las provincias beneficiadas con la Escuela Provincial de Artes Plásticas José Joaquín Tejada. En este centro encontró José Antonio, un espacio para  prestar servicios como profesor  auxiliar en 1945. Fue fundador del centro. Se desempeñó, primero como profesor titular en la Cátedra de Dibujo y Pintura, en la asignatura “Dibujo elemental y ornamental” para alumnos del primer año. Realizó ininterrumpidamente un destacado trabajo docente frente al alumnado, cooperando además con el desempeño de diferentes cargos en su Sección Sindical. Era José Antonio un digno profesional, daba inviolablemente la prioridad a la docencia. Mantenía un estricto respeto en sus clases, llevaba una excelente preparación que atraía al estudiantado.

Durante su estancia en Santiago de Cuba se incorporó con tesón al desarrollo cultural de la provincia, participando en varias exposiciones, personales y colectivas, en Museos y otros centros y galerías donde obtuvo premios y reconocimientos. En 1975, tras la jubilación, regresó a Sancti Spíritus, donde continuó realizando su labor hasta su fallecimiento, en 1986.

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