El profesor cabaiguanense de matemáticas Carlos Manuel Díaz Santos falleció este Lunes víctima de las lesiones dejadas por la COVID-19
Por: Aramis Fernández Valderas
Como un verdadero titán, como un guerrero por la vida, así te comportaste; desafiante. Todos temíamos por tu existencia, pero la firmeza a veces nos hacía tomar aires de victoria. Lo peor llegó, la vida no pudo con la muerte, si es que la muerte puede hacer morir a quienes como tú serás eterno en tu Pilar, los niños, los amigos que también han sido tus alumnos, tus profesores entre los que me cuento y Todo aquel que haya sido testigo de tu modestia.
Profe, los número están de luto, sin usted en el aula 10 + 10 no serán 20, los ángulos se equivocarán de grados, los trapecios modificaran las estructuras, los triángulos se llenarán de lágrimas y las líneas rectas se doblarán del sufrimiento.
¿Quién tirará la pita por ti?, en esas pesquerías de las cuales regresabas con más cansancio que pescados, ¿Quién intercambiara alguna pregunta conmigo, cuando nos topábamos, que no eran tantas veces a pesar de ser uno de los vecinos más cercanos de mi trabajo. Recuerdo, nuestra última conversación tuvo como tema la COVID-19, tus deseos de vacunarte y la convicción de cuidarte, pero la primera dosis de Abdala llegó tarde, no lo sabías pero ya tenías el virus, estaba solapado y nada pudo hacer el inmunógeno.
Más de dos semanas lleva el pueblo en vilo, tus noticias eran las primeras del día en nuestro hogar, las esperanzas se hicieron trizas cuando este lunes amaneció gris a pesar del sofocante sol mañanero, el escalofrío sobrecogió los cuerpos, los rostros se fruñeron, y una palabrota nació de cada garganta.
Que será de la peña deportiva del paseo, los análisis de los batazos, los goles, los remates tendrán una manera diferente de decirse, y por muchos días, habrá profundo silencio en esa esquina tan céntrica de Cabaiguán.
Carlos Manuel Díaz Santos, estamos viviendo la muerte cada día, pero no podemos acostumbrarnos a ella, algunos escapan aunque hayan sido sepultados, tú serás uno de ellos, y trascenderás más allá en el regazo de todos cuantos te hemos conocido y en la gloria, allí también seguirás multiplicando y sumando virtudes como lo hiciste en vida.
Profe Carlos Manuel, ¡usted es de los que se queda!.