viernes, noviembre 22El Sonido de la Comunidad
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Jorge Carlos “El Jimagua” que tras su muerte, seguirá educando sobre ruedas

¡Y Frenó con ambas manos!, Alfredito nunca fue ciclista, pero la noticia le hizo chirrear las gomas de su ciclo cuando bajaba la calle Noel Sancho y desde el gimnasio se multiplicaba de boca en boca el fatal comentario; Jorge Carlos ha muerto.

Jorge Carlos Hernández
Por: Aramis Fernández Valderas

La cotidianidad  de la guadaña no se asimila, es un golpe tras otros, nuestro pueblo va perdiendo hijos y más hijos, unos muy conocidos, otros no tantos, pero es igual, todos duelen lo mismo.

Alfredito no pudo seguir, tomo de la mano la bicicleta, las lágrimas le nublaban el camino, Jorge Carlos Hernández, “El Jimagua”, su colega, también fue víctima de la COVID-19 y con el sus alumnos, quienes aprendieron a rodar, más con el alma que con los desgastados pedales de los escasos y adoloridos ciclos del área, que gracias a su voluntad y a la del íntimo amigo, su padre en la práctica deportiva, el profe Barrios, todavía se movían por las carreteras.

Jorge Carlos, solo con haber descubierto una atleta  e impulsarla en su vida deportiva y espiritual, merece el reconocimiento, pero no solo dio forma a Yumari González Valdivieso, también lo hizo con decenas de prospectos.

Ya no veremos más al Jimagua en su moto tras los muchachos, tampoco planificando el entrenamiento con Barrios, ni atendiendo las glorias deportivas del municipio, ya no me hará más historias de Yumari, ni podrá ofrecerme el testimonio para un programa que con él tenía pactado.

Jorge Carlos, ten por seguro que Cabaiguán seguirá rodando contigo, que tu nombre no será olvidado, que tus consejos pasarán de generación en generación, fuiste un profesor que no solo moldeo al atleta, también lo hizo con él carácter y la vida de  los hombres y mujeres a tu cargo, no solo eras un entrenador, eras un educador por excelencia. Un evangelio vivo, de los pocos que abundan en la historia.

Alfredito, se seca los ojos y me confiesa que clase de persona hemos perdido y le respondo, no está perdido, porque el ganó trascendencia para seguir viviendo después de la muerte en la eternidad.

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