Son inseparables, antes cuando le tiraba cuatro patadas al balón, salía con los padres o simplemente se sentaba en su portal, allí estaba el niño y también su nasobuco.
Foto: Tomada de Internet
Ahora cuando las aulas se abren despacio a fin de no tener que volver a cerrar las puestas, el niño y el nasobuco siguen siendo los mejores aliados para evitar la COVID-19 y garantizar su salud y la de la familia.
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