Era 1ero de diciembre, el pueblo se agolpaba desde las primeras horas de la mañana a la espera de su líder, a la entrada del paseo una gigantografía que adelantaba lo que sería el suceso
Por: Redacción digital
A ambos lados de la céntrica avenida, un pueblo bañado en lágrimas daba la despedida al héroe, que como los santos apóstoles ha resucitado, no solo en Cuba, sino en todos los pueblos del mundo