Tal vez pudo ser cualquiera día cuando el sol le entrega a la luna el batón del relevo en la rotación de la tierra y la noche comienza a asomar su cara
Por: Osbel Ramón Díaz Mondeja
Pero esta maravilla de nuestra madre natura fue en el último atardecer de noviembre en Cabaiguán, testigo del momento, la torre de la Iglesia católica y un teléfono celular que cargo en el bolsillo.