Sin considerarse una «bruja» transitó siempre del anonimato a ser Vanguardia Nacional, gracias a una escoba.
Por: Osbel Ramon Díaz Mondeja
Julia Esther Acedo Reina es una octogenaria mujer cabaiguanense que como barrendera de servicios comunales supo ganarse la admiración y el respeto de sus coterráneos.
La avenida Sergio Soto, principal arteria de nuestra ciudad, se «reverencia» ante esta mujer la cual acarició con su escoba y mantuvo con brillo por más de 40 años.
Las madrugadas fueron testigos de su presencia y aunque hoy está jubilada. En todo Cabaiguán no se olvida su labor y hasta se extraña su huella.
Risueña como siempre me comentó:
¡Nunca le tuve miedo a la lluvia, ni a nada. Cuando llovía de madrugada, picaba un nylon me lo ponía y abajo del agua yo barría. La otra gente no; pero yo sí! También me comentó que en plenos carnavales barría dos veces en cada jornada para que no se acumulara desperdicios.
Julia, la barrendera de la calle Valle, como se le conoce popularmente, recuerda con gran cariño cuando alcanzó la condición de Vanguardia Nacional por su entrega laboral.
Barrer siempre fue pasión desde los años mozos y gracias a la escoba supo ganarse la vida para el sostén de sus dos padres y años más tarde de sus 7 hijos, de los cuales tiene más de una veintena de nietos.
Una huella de la «sangre» laboral de aquellos años y que aún mantiene lo reveló el detalle curioso durante la entrevista.
Resulta que entre nosotros dos, más allá de mi grabadora, medio su escoba verde, la cual oscilaba en todo momento entre sus pies y los míos. Le pedí que la apartara por un momento para poder realizar mejor mi trabajo a lo cual me espetó sin pensar.
¡Que va periodista, con una escoba me gané la vida y con ella en la mano hablo mejor!
¡Gracias Julia por tu enseñanza!
Prefiero en estos tiempos personas como tú, que cuando se comente de limpieza comunal, hablen mejor; pero siempre con una escoba en la mano.
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