Entre los destacados hombres que prestaron su servicio a la seguridad estatal a inicios de la Revolución, se encuentra el cabaiguanense Pablo Sosa Hernández.
Por: Daisy Martín Ciriano (Licenciada en Historia)
La niñez de Pablo Sosa transcurrió en la zona campesina de La Campana. Allí junto a sus padres, Nicolás y Fernanda, de procedencia canaria, los cuales habían emigrado muy jóvenes desde La Palma.
Tras el fallecimiento del padre en 1934, Pablo abandonó sus estudios primarios para contribuir al sustento de su familia. Trabajó junto a un tío que tenía un terrenito y posteriormente se incorporó a las escogidas de tabaco con 15 años.
En 1942 fue llamado al Servicio Militar y dentro de éste conoció de la intervención fascista en Corea y se afilió a la Joven Cuba. En 1952 trabajó como chofer de alquiler.
En 1955 se incorporó al Movimiento 26 de Julio junto a Beremundo Paz y su hermano Roberto, Miguel Rodríguez, Vitalino y Sabino Calero, todos de la célula de Neiva. Junto a ellos participó en venta de bonos y distribución de propagandas, reuniones y recaudación de fondos. Durante este año se desarrolló la huelga azucarera y Pablo Sosa participó junto a Rigoberto Sancho Valladares.
Posterior a esta fecha fue designado Jefe de Acción y Sabotaje en la localidad de Guayos. Tuvo participación en la huelga del 9 de abril junto a Mario Rodríguez y otros compañeros. Tras el fracaso de ésta, fue perseguido y acosado por lo que subió al Escambray. Tras la llegada del Che se incorporó a las filas rebeldes.
Durante la ofensiva estuvo bajo el mando de Israel Ruíz y Nelson Plasencia en la localidad de Nazareno y luego bajo el mando del capitán José Ramón Silva. Junto a él y sus hombres participó en la toma del centro telefónico, el teatro y el cuartel.
Cumplió otras misiones durante la liberación de Cabaiguán como el traslado de prisioneros para El Pedrero y de regreso se incorporó nuevamente a su puesto de combate. Pablo Sosa es de los hombres que continuó la lucha hasta La Habana, llegó a Columbia y allí recibió los grados de sargento.
Tras el triunfo revolucionario se incorporó a trabajar dentro del sector de la minería y allí recibió numerosos estímulos y reconocimientos por su buen trabajo, así por su amplia participación en las zafras del pueblo.
Fue fundador del OSE. En esta actividad Pablo Sosa realizó tareas de mayor importancia en la defensa de la soberanía nacional, todas cumplidas bajo el seudónimo de El Cairo.
Hoy, desde esta página se rinde tributo a su memoria en el Centenario de su natalicio, ocurrido en Cabaiguán el 30 de junio de 1922.
Publicación Recomendada: