En el debate en retrospectiva para visionar el protagonismo de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) de Cabaiguán se destacó el quehacer de sus miembros, referentes en la realización de actividades artístico-literarias situando a la comunidad en el centro de las propuestas
Enfocada en su rol de alertar, opinar y gestar iniciativas no solo a favor de la cultura artística sino en beneficio de la vida social de la comunidad, los ecos de la filial cabaiguanense de la Uneac durante la última etapa de trabajo acompañaron la asamblea de balance de esta vanguardia.
Como en procesos anteriores una deuda permanece invariable, el reconocimiento espiritual y material a artistas e intelectuales, fisura que menoscaba las esencias de la espada y el escudo de la nación. Así lo reafirman los escritores Jorge Godofredo Silverio Tejera y Duandi Oscar Gómez Otazo, criterio subrayado por el radialista Aramis Fernández Valderas, respectivamente.
“Cada integrante de la Uneac debe sentirse estimulado por lo que hace y hoy existen dificultades en definir los pagos por las limitaciones presupuestarias del sectorial de Cultura y Arte lo que conlleva al descontento”; “La Uneac tiene que ser capaz de convertirse en gestora de su propio capital financiero, de exportar su arte”; “No se ha tenido en cuenta el cambio acontecido a raíz de la Tarea Ordenamiento, no solo en la Uneac, igual sucede en cultura y ello conspira contra el movimiento de hacedores”, precisan.
Después de vaivenes con la asesoría literaria de la fábrica de letras Rubén Martínez Villena que tanta gloria ha dados a estos predios, parece se reanudarán los encuentros de narradores y poetas.
Pero trabas burocráticas con la aprobación del dilatado remozamiento de la soñada sede de la Uneac, local concebido además para compartir espacio con una galería de arte, la utópica revista digital con el propósito de promover el movimiento creativo del municipio y el rescate del Festival de Música Popular Arturo Alonso constituyen algunos planteamientos sin curso, heredados de diálogos precedentes.
Marco Antonio Calderón Echemendía, presidente del comité provincial de esta organización no gubernamental, sostuvo que “lo que se ha detenido no involucra a la comunidad de intelectuales y artistas cabaiguanenses, sino a personas inescrupulosas e insensibles, opuestas a cualquier ascenso en el pensamiento y accionar de la población”.
En el debate en retrospectiva para visionar el protagonismo de la Uneac de Cabaiguán se destacó el quehacer de sus miembros, referentes en la realización de actividades artístico-literarias situando a la comunidad en el centro de las propuestas.
Armonizar la campaña de vacunación anticovid en los sitios clínicos y escoltar las transformaciones en los barrios y zonas rurales en condiciones de vulnerabilidad, fortalecen a este gremio que al decir de Aliens Vera López, miembro del buró municipal del Partido, se prestigia con opciones de calidad al servicio del pueblo.
Mario Luis López Isla, al frente de la Uneac aquí, definió pautas para enrumbar próximos períodos. “Alertamos en no confundir cultura con recreación; luchar contra la obscenidad, la chabacanería y la mediocridad. También urge priorizar el cuidado y conservación del patrimonio histórico-cultural”, finalizó.
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