El aguardiente cubano Coronilla casó a unos cuantos y divorció a otros tantos. A fines de los 70 y principio de los 80 no existía otro en el mercado y muchos le iban arriba al líquido que pasaba una semana dentro del cuerpo y saliéndote por los poros.
Por: Aramis Fernández
Se hizo muy popular la frase “resbaló con una cáscara de coronilla” cuando alguien se pasaba de tragos y caminaba en zigzag hasta llegar a la puerta de su casa para terminar el viaje con una buena bronca de la esposa y la orden de que se fuera al baño para aliviar el tufo de aquella cosa que no fue la peor porque después vinieron otros inventos como “Tírate pa`tras”, “Te espero en el suelo” y el mismísimo “Calambuco”.
Les aclaro ahora siguen los inventos y el ron casero toma etiquetas prestadas de rones prestigiosos del país pero hasta ahora no hay quien le ponga la tapa a la botella y te venden gato por liebre.
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