Un plan energético presentado por el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, propone hoy cinco claves para que la mayor parte de la energía del planeta proceda de fuentes renovables a mediados de siglo.
El programa, divulgado durante la Asamblea de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena), apuesta en primer lugar por la eliminación de las barreras a la propiedad intelectual.
Esto, de acuerdo con el titular de la ONU, permitiría que las tecnologías renovables clave, incluido el almacenamiento de energía, sean tratadas como bienes públicos mundiales.
En segundo lugar, el plan propone a los gobiernos diversificar y aumentar el acceso a las cadenas de suministro de materias primas y componentes para las tecnologías renovables, sin degradar el medio ambiente.
Este paso «puede ayudar a crear millones de empleos verdes, especialmente para las mujeres y los jóvenes en el mundo en desarrollo», enfatizó en la cita Guterres.
Un tercer escalón convoca a los responsables políticos a reducir la burocracia, acelerar la aprobación de proyectos sostenibles en todo el mundo y modernizar las redes eléctricas, mientras que el cuarto llama a centrarse en las subvenciones energéticas.
Sobre este último, el secretario general insistió en la necesidad de pasar de los combustibles fósiles a una energía limpia y asequible, proceso en el que «debemos apoyar a los grupos vulnerables afectados por esta transición», dijo.
Para la quinta clave, las inversiones públicas y privadas en fuentes renovables deberían triplicarse hasta alcanzar al menos cuatro billones de dólares al año.
La mayoría de las iniciatvas para las energías renovables se realizan en los países desarrollados, de acuerdo con Guterres, por lo que es fundamental colaborar para reducir el costo de capital y garantizar la financiación hacia los más necesitados.
Los bancos multilaterales de desarrollo también deben invertir masivamente en infraestructuras para fuentes reutilizables mientras que las naciones más ricas deben colaborar con los organismos de crédito para aumentar las inversiones verdes en los países en desarrollo, reconoció.
“Las energías renovables son el único camino creíble si el mundo quiere evitar una catástrofe climática”, insistió el representante.
Sólo estas fuentes pueden salvaguardar el futuro del planeta, cerrar la brecha de acceso a la energía, estabilizar los precios y garantizar la seguridad energética, afirmó.
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