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Marino Pérez: ejemplo de guerrero contra la diabetes

Marino Pérez Paz, es uno de los doctores cabaiguanenses destacados en la atención a los diabéticos. Su prolífera carrera se llevó a cabo en este municipio y en la provincia de Santiago de Cuba. Este 18 de julio se cumple el aniversario 85 de su natalicio

Marino Pérez Paz, es un destacado endocrino, y su trabajo fue arduo porque tuvo que enfrentar junto a otros doctores la difícil tarea de educar a los pacientes para lograr su propio cuidado

Por: Daisy Pilar Martín Ciriano.

Marino Pérez Paz, es uno de esos cabaiguanenses que han dejado su huella en el territorio y también en Santiago de Cuba.

Nació el 18 de julio de 1938 en Cabaiguán y cursó sus primeros estudios en el Colegio de la Iglesia Presbiteriana de Cabaiguán, después los continuó en el Instituto de Segunda Enseñanza de Sancti Spíritus. Posteriormente y con la ayuda cercana del libanés José Chamán Milla,  alcanzó el título de Doctor en Medicina en la Universidad de La Habana y se especializó en Endocrinología.

Una vez graduado, comenzó a trabajar en Santiago de Cuba en 1970. Esa provincia tenía en aquel momento grandes problemas endocrinológicos en el terreno de la diabetes.

Inicialmente el servicio de endocrinología radicó dentro del Hospital Provincial Saturnino Lora. Ya en el año 1975 se percibieron adelantos en la atención a los diabéticos. En 1977 Marino junto a los doctores Ana Navarro y Alberto Reina Hernández realizaron con éxito una labor docente investigativa la cual favoreció los posteriores adelantos en la especialidad. Según datos ofrecidos por el especialista en 1981 a los reporteros de Control, La Revista del paciente diabético, su trabajo fue arduo porque tuvo que enfrentar junto a otros cuatro endocrinos la difícil tarea de educar a los pacientes para lograr su propio cuidado y afrontar además las dificultades para adquirir los medicamentos. El profundo y minucioso trabajo investigativo de este especialista cabaiguanense  permitió interrelacionar la labor con otras especialidades y ofrecer un mejor servicio a los pacientes. Su mayor anhelo siempre fue  la creación de un Centro Antidiabético en Santiago y a ello dedicó todo su empeño.

Marino falleció el 11 de julio de 1984, en Santiago de Cuba, mientras se encontraba realizando un ejercicio para la obtención de grado científico. En la actualidad existe en esa ciudad un centro de atención al diabético que lleva su nombre como perpetuo homenaje de los santiagueros a su consagrado esfuerzo.  Llegue desde esta página, en el 85 aniversario de su natalicio, el recordatorio de los cabaiguanenses a su meritoria labor.

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