La economía cubana registró en 2022 un crecimiento muy ligero y asimétrico, pues mientras algunas actividades tuvieron incrementos, otras de alto impacto mantuvieron tendencia a la contracción, manifestó hoy el ministro del sector, Alejandro Gil.
Al presentar el informe sobre el comportamiento de la economía del país ante el Primer Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP, parlamento) en su X Legislatura, el titular indicó que el Producto Interno Bruto (PIB) de la nación caribeña cerró el pasado año con un incremento de 1,8 por ciento.
Gil recordó que en 2020, cuando comenzó el impacto de la pandemia de la Covid-19, ese indicador se contrajo en un 10,9 por ciento, para luego reportar una leve subida en 2021 (1,3 por ciento), por lo que desde entonces se acumula una recuperación de 3,1 por ciento, alejada en más de un ocho por ciento de los niveles de 2019.
El ministro de Economía y Planificación de la isla sostuvo que aunque globalmente el año pasado no hubo decrecimiento, la subida del PIB no se expresa en una mejoría de la calidad de vida y resulta asimétrica, porque se concentra fundamentalmente en el turismo, las comunicaciones y los servicios sociales.
Mientras tanto, actividades relacionadas con la producción de bienes primarios, como la agricultura, la ganadería y la pesca, disminuyeron en un 34,9 por ciento, y las relacionadas con bienes secundarios, entre ellas la industria manufacturera y azucarera, se contrajeron en un 20 por ciento.
Al hacer un análisis sobre tales cifras, el también vice primer ministro cubano apuntó que todos esos factores inciden en la elevada inflación existente en la nación antillana, cuando uno de los temas más debatidos en este Periodo Ordinario de la ANPP ha sido precisamente el de los altos precios.
La inflación empieza con el déficit productivo, agregó Gil, quien sostuvo que es necesario ir a las causas reales de ese fenómeno y no solo mirar lo que está en la superficie, pues la falta de oferta de productos y servicios es un factor determinante.
Afirmó que la inflación es el problema visible más complicado de la economía cubana, el cual afecta la capacidad de compra del salario, disminuye el papel que debe jugar la moneda nacional, conduce hacia la dolarización y desincentiva el ahorro.
Según el informe presentado a los diputados, la inflación general en 2022 alcanzó un 39 por ciento, impulsada fundamentalmente por el incremento de los precios en la categoría de alimentos y bebidas no alcohólicas, que hasta finales del año reportó un aumento interanual de precios del 63 por ciento.
Las tensiones macroeconómicas adversas y las productivas continúan en 2023, cuando la inflación acumulada en los primeros cinco meses es de un 15 por ciento, en tanto la inflación interanual hasta mayo asciende a un 45 por ciento en comparación con igual etapa de 2022. (Fuente: Prensa Latina)
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