viernes, noviembre 22El Sonido de la Comunidad
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Días de radio

Huellas en el aire ha dejado la emisora de radio La Voz de Cabaiguán, luz para la audiencia y los radialistas durante 19 años

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Este medio de comunicación modificó las formas de hacer al incorporar estilos y lenguajes del ciberespacio.

Por: Alexey Mompeller Lorenzo

El 81 supone el número de suerte de los radialistas cabaiguanenses. Voces capitalinas que prestigian el dial de occidente a oriente, funcionarios del otrora Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), oídos curiosos y quienes transmitirían un sonido hecho arte atestiguaron aquel parto en el éter.

Domingo 5 de septiembre de 2004. Esos dígitos marcan la inclusión de La Voz de Cabaiguán en la red de emisoras del país. A la frecuencia modulada le nacía una señal hoy casi veinteañera.

La CMGI puso en antena la realidad local, un acontecimiento de este siglo inscrito en la historia de la radiodifusión del municipio antecedida a noviembre de 1958, cuando se cerraron los micrófonos de Radio Cubanacán por órdenes del Che en una de las contiendas protagonizadas por los rebeldes para apresurar la liberación del poblado.

Otras huellas en el aire ha dejado este órgano de prensa que durante ocho horas de transmisión se adueña de la noticia. En jornadas de vientos huracanados,tiempos de pandemia y contextos complejos,la información llega de primera mano.

Un concierto de timbres telefónicos deja saber la preferencia de los receptores; si bien las plataformas digitales generan interactividad e índices de aceptación.

Ahora mismo lo cotidiano en Cabaiguán se escucha, lee y comparte a un océano de distancia a través de la versión web de este medio de comunicación y de las redes sociales.Nuevos lenguajes y estilos retan a un medio empapado de a poco en las dinámicas del ciberespacio.

Esa es la radio que continúa hablándole a las multitudes, como lo hiciera la revista informativa Espectros, el primer espacio en salir al aire; y augura más entregas de futuro para los públicos. Aliada a los influjos de lo contemporáneo y las tecnologías, sus realizadores mantienen el legado de generaciones comprometidas con el sonido de la comunidad.

La señal que sobrevive a no pocas limitaciones y banalidades, la defienden a diario profesionales con una fascinación inmensa por hacer patria y cultura. Andan presurosos en complacer los deseos de una audiencia desafiante y heterogénea; amparan lo clásico pero sin descuidar las exigencias del presente.

La voz donde el pueblo se reconoce multiplica familias. En diecinueve septiembres ha fraguado cercanías. A la vuelta de cada aniversario crece la complicidad entre oyentes que amanecen con la programación para sintonizar inquietudes,solicitar el tema musical que calcó una época o añadirle swing a sus años.

Por más de 6 900 días los cabaiguanenses han conectado con una onda partidaria de la inmediatez, la creatividad y la emoción. La vida suena en la CMGI, el reflejo de lo que somos.

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