Brasilia, 2 may. El exministro de Justicia y Seguridad Pública de Brasil Sérgio Moro testificará, este viernes, en la Policía Federal (PF) de Curitiba, capital del sureño estado de Paraná, donde responderá sobre acusaciones contra el presidente, Jair Bolsonaro.
En la audiencia, Moro explicará las denuncias que hizo cuando anunció su salida del gobierno el 24 de abril por Bolsonaro ‘interferir políticamente’ en el trabajo de la PF y en las investigaciones relacionadas con sus hijos.
La declaración fue determinada por el ministro del Supremo Tribunal Federal (STF) Celso de Mello, quien preside la investigación.
De Mello accedió a la petición del procurador general de la República, Augusto Aras, y nombró a tres abogados designados por la Fiscalía para acompañar el testimonio del exjuez.
En la noche del jueves, el decano del STF dio un plazo de cinco días para que Moro declare ante la PF sobre presiones que, según él, recibió del mandatario ultraderechista.
Para la presentación en la poderosa agencia policial, el magistrado pidió al exministro que presentara ‘una declaración detallada sobre los términos de la declaración, con toda la documentación apropiada que pueda tener sobre los acontecimientos en cuestión’.
En el testimonio se inquirirá si se cometieron los delitos de falsedad ideológica, coacción en el curso del proceso, defensa administrativa, prevaricación, obstrucción de la justicia, corrupción pasiva privilegiada, acusación calumniosa y crimen contra el honor.
Durante una reciente entrevista con la revista Veja, Moro afirmó que tiene pruebas de las imputaciones que hizo contra el excapitán del Ejército.
‘Solo se harán más aclaraciones cuando el tribunal lo solicite. Las pruebas se presentarán en el momento oportuno, cuando la corte lo solicite’, apuntó.
Reconoció que respeta al presidente, pero ‘no puedo admitir que me llame mentiroso públicamente. Sabe quién está diciendo la verdad. No solo él. Hay ministros dentro del gobierno que conocen toda esta situación y saben quién dice la verdad’, puntualizó.
Moro adquirió reputación nacional e internacional al comandar, entre marzo de 2014 y noviembre de 2018, el juicio en primera instancia de los delitos identificados en la operación anticorrupción Lava Jato.
Sin pruebas sancionó al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en 2017 a nueve años y seis meses de prisión por supuesto actos de corrupción.
Con sus maniobras impidió, además, con la colaboración de generales y jueces, la candidatura del fundador del Partido de los Trabajadores cuando era favorito para imponerse en las elecciones presidenciales de 2018 que ganó Bolsonaro.(Fuente:PL)