Owen Blandino Morrell, el Gallo de Cabaiguán, nació el 13 de septiembre de 1939, a las 2 de la madrugada. A 84 años de su nacimiento el pueblo de Cabaiguán y de toda Cuba lo recuerda como su ídolo
Por: Daisy Pilar Martín Ciriano
Han transcurrido 84 años del nacimiento de Owen Blandino Morrell, el Gallo de Cabaiguán, que ocurrió el 13 de septiembre de 1939, a las 2 de la madrugada.
Su abuela Natividad Cañizares, conocida por Nata, fue quien realizó el parto y recibió al pequeño de largas extremidades. Por interés del padre, le nombraron Owen Eulogio, aunque la inscripción en el Juzgado Municipal se realizó el 7 de marzo del siguiente año. Los vecinos y familiares que visitaron la casa para conocer al niño, nunca pensaron que el recién nacido se convirtiera, en ídolo de su pueblo.
De muchacho sobresalía su nobleza y laboriosidad. Tiempo después, perfeccionó su educación, en el Colegio Presbiteriano de Cabaiguán donde cursó hasta el sexto grado.
La dureza de la época y la humildad del hogar, le llevaron tempranamente a truncar sus estudios, e incorporarse a una de las faenas más comunes de Cabaiguán dentro del desarrollo tabacalero. Como aprendiz se insertó en la tabaquería y por su destreza en el terreno de pelota fue contratado en la fábrica Bauzá como torcedor y a la vez, como integrante de la novena de pelota que identificaba esa firma por todo el país.
El Triunfo de la Revolución le condujo por los senderos de los montes como combatiente y defensor de su patria, pero tiempo después le puso en la mano un bate de madera que le hizo una estelar figura en la tercera base de diferentes equipos desde la primera Serie Nacional de Béisbol.
Hoy, Cabaiguán recuerda a su ídolo y enaltece sus cualidades como atleta y hombre de bien, honesto y jocoso. Recordarlo es una forma de mantenerlo vivo para que este Gallo cabaiguanense, siga cantando desde su propia valla.
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