Hace hoy cuatro años de la creación de los Consejos Electorales Municipales como órganos del Estado. De entonces a la fecha se ha trabajado para garantizar transparencia, veracidad y confiabilidad de cada uno de sus procesos
Por: Lillipsy Bello Cancio
Hace cuatro años se constituyeron en Cuba, un 27 de septiembre, los Consejos Electorales Municipales como órganos del Estado y Cabaiguán, por supuesto fue protagonista de un momento donde la democracia se expresó en su más elemental esencia: de entonces a la fecha mucho han laborado sus miembros en función de garantizar transparencia, veracidad y confiabilidad de cada uno de sus procesos.
Elecciones municipales y generales, el referéndum del Código de las Familias, consultas populares, pruebas dinámicas y otras muchas acciones han mantenido ocupado a este equipo de trabajo que se multiplica en la base, en las mesas donde se gesta cada elección, allí donde cada ciudadano cubano ejerce sus derechos y deberes.
Tal es la importancia del papel que desempeña que al describir su misión fundamental se identifica la de organizar, dirigir y supervisar las elecciones, consultas populares, plebiscitos y referendos que se convoquen. Asimismo, valida los resultados y garantiza la seguridad, nitidez, celeridad, publicidad, autenticidad e imparcialidad de los procesos de participación democrática referidos. Tiene independencia funcional respecto a cualquier otro órgano y responde por el cumplimiento de sus funciones ante la Asamblea Municipal del Poder Popular y una vez culminado cada proceso, informa de su resultado al territorio.
Pero, ¿quiénes conforman dicho órgano? ¿A quiénes se les indica tamaña responsabilidad? Sus integrantes son gente común, sin mucho rango y sin ningún otro beneficio que no sea el de servir a la justicia y a la verdad, a la democracia de un país y a quienes representan, son elegidos o designados en correspondencia con lo regulado en la Ley 127 (Ley Electoral).
Cuando toman posesión de sus cargos en la localidad, en presencia de representantes del Consejo Electoral Provincial, lo hacen conscientes de las largas horas que le deberán a la familia, al sueño, al descanso. Cuando firman el juramento, se comprometen a guardar lealtad a la Patria en el ejercicio de sus funciones, proceder según los fundamentos éticos que rigen la actuación de las autoridades electorales y actuar con imparcialidad, transparencia y veracidad.
Tiene el Consejo Electoral Municipal un carácter permanente, es la máxima autoridad electoral en este territorio, y sus integrantes solo deben apego y obediencia a la Constitución de la República de Cuba, a las leyes y únicamente rinden cuenta al Consejo Electoral Nacional.
Por eso hoy, al decir de su Presidente aquí, la mejor forma de celebrar este cumpleaños número 4 es hacerlo trabajando, desentrañando las cotidianidades de los coterráneos para conducir el proceso que coronará (como decía mi abuela) con la elección del delegado, figura central en el desarrollo del barrio, representante dela circunscripción, de su gente, de los más cercanos.
Y lo hacen en medio de la batalla de asfixia económica que nos están tratando de implantar los poderosos para que la población, por el descontento, la desesperanza y el agobio, vaya al anhelado estallido social que quiere el Gobierno imperial contra Cuba, y que se refuerza con una campaña de descrédito, sobre todo, en las redes sociales y en los grandes medios de comunicación.
Cada proceso electoral de los últimos tiempos ha ratificado que Cuba mantiene la estabilidad política y social: y sin lugar a dudas las autoridades encargadas de conducirlos cargan mucho mérito en ello… por transparentes, por confiables, por veraces.
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