Durante un lustro, Europa alejó a María de la Caridad Rodríguez Díaz de la Brigada de Instructores de Arte José Martí. De vuelta a este ejército de la cultura y sin lágrimas en los ojos, percibió que solo el baile puede contenerla
Por: Alexey Mompeller Lorenzo
Guayos estaba preparado para María de la Caridad Rodríguez Díaz, contada en aquella segunda legión de brigadistas José Martí. La danza, su principal arma, revela a una instructora de arte fiel a la identidad y al bienestar espiritual de un país. Abierto el telón, los aplausos son cómplices de su grupo Felicidad, estado emocional que la descubre plena entre la superación y las coreografías.
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