Las presas espirituanas actualmente almacenan alrededor de 508 millones de metros cúbicos de agua, cifra que representa algo más del 40 por ciento de su capacidad potencial
Aunque la mayoría de los meses transcurridos del período seco se han comportado contradictoriamente húmedos, las presas espirituanas comienzan a sentirse los efectos de la sequía: actualmente almacenan alrededor de 508 millones de metros cúbicos de agua, cifra que representa algo más del 40 por ciento de su capacidad potencial.
“Solo el embalse Zaza se encuentra por debajo del 50 por ciento. En estos momentos se mantiene en unos 270 millones de metros cúbicos, lo que representa menos del 30 por ciento de los 920 millones autorizados a almacenar en ella”, comentó a Escambray Yusliadys Lorenzo Coca, subdelegada de Recursos Hidráulicos en el territorio.
Con respecto a igual período del 2023, en los reservorios de la provincia existe una diferencia de casi 154 millones de metros cúbicos menos de agua embalsada, déficit que se registra sobre todo en la propia Zaza y en Lebrije.
En relación con los embalses que abastecen el consumo de la población, aún presentan una situación favorable: Siguaney y Tuinucú se encuentran en una mejor situación que en enero de 2023 al superar el 96 por ciento de sus posibilidades, mientras que Lebrije se acerca al 80 por ciento.
Por otra parte, en cuanto a las precipitaciones registradas, Lorenzo Coca detalló que, aun cuando en el mes de enero las lluvias fueron escasas, el período seco —que comenzó en noviembre pasado y termina en abril— hasta ahora se cataloga como muy húmedo, pues ya se acumulan 196 milímetros, cifra que representa casi el 155 por ciento de la media histórica para ese lapso.
Según las estadísticas reportadas, los meses de noviembre y diciembre se comportaron muy por encima de la media. Los acumulados de todos los municipios superaron sus respectivos promedios, excepto La Sierpe, donde llovió normal para la época. Y los territorios más mojados resultaron Yaguajay, Jatibonico y Taguasco.
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