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La azucena china: una antigua obra del comercio cabaiguanense apegada a las tradiciones

Por Osbel Ramón Díaz Mondeja

(Aclaración necesaria)

Recientemente, el 19 de mayo estuve observando y leyendo comentarios publicados en el sitio Todo Cabaiguán acerca de dos fotos donde aparecen personas de descendencia china en una tienda y aparece un breve comentario que decía: «Tienda del chino Rosendo Hoy no fío, mañana sí», además de motivarme la publicación, me preocupé porque algunos internautas pidieron información y otros afirmaron sus recuerdos existiendo incongruencias históricas a mi modo de ver.

Considero justo reconocer la dedicación de quiénes se preocupan por resguardar la memoria fotográfica de nuestro municipio. En lo particular me motiva la historia de mi pueblo y si es de mi barrio mucho más.

Pienso también acertado continuar publicando y buscando información de todo lo que huela a Cabaiguán pero resulta vital que se argumente cada foto porque los internautas de las nuevas generaciones que no conocieron esos lugares, ni sus historias (como yo), están deseosos de enriquecer su acervo cultural. Además soy testigo que muchos copian las fotos del Internet para conformar su propio álbum particular y podemos inconscientemente brindar algún dato erróneo.

Sobre la conocida y lamentablemente desaparecida tienda LA AZUCENA CHINA le ofrezco algunos elementos de su historia.

Este centro comercial estuvo ubicado en la esquina de la calle Martí y 1ra del sur (detrás del tostadero de café) como le llaman popularmente. Este inmueble fue abierto al público según consta en su propiedad el 6 de enero de 1936 (se conserva dicha escritura). En esta fecha se presentaron los ciudadanos Jacinto Asán y Santiago Asán, ciudadanos chinos naturales de Cantón ante el abogado y notario Dr Antonio Marqués Pomar quién certificó dicha propiedad.

O sea que La AZUCENA CHINA fue primeramente de estos dos propietarios lo que años más tarde pasa a ser propiedad de Rosendo Lima (El chino Rosendo) que, según en entrevista con su hija María Lima concedida a este reportero, ese fue el nombre que adoptó por cuestiones de emigración en aquellos años.

Tras el cambio de propietarios y Rosendo ser su nuevo dueño, es entonces que muchos vecinos de antaño comenzaron a llamarla como la tienda del «Chino Rosendo» aunque nunca perdió su verdadero nombre.

¿Quién fue Rosendo?

Según su única hija María Lima Martínez, Rosendo fue un padre que amó intensamente a su única esposa y además de su trabajo como comerciante fue dulcero y un apasionado de la relojería, profesión a la que le dedicó gran parte de su tiempo libre. Aún su hija conserva su reloj de pared preferido.

Rosendo fue masón y perteneció a la logia Luz y Verdad de Cabaiguán donde era muy reconocido y sociable. Muchas son las anécdotas de este hombre que colaboró con familias humildes y con el proceso de transformación que experimentaba nuestro país.

Rosendo desapareció físicamente pero aún hoy su hija vive en la calle Martí entre 1ra y 2da del sur en el conocido barrio El Jobo y también sus dos nietos y bisnietos, quienes dan fe de la presencia de este hombre del comercio que engrosa la historia de nuestro pueblo.

Tras el proceso de cambios ocurridos en la década de los años 60 este centro comercial continuó prestando un servicio a toda la población de esa zona. Muchos años posteriores a Rosendo el cabaiguanense Mario Chávez fue su administrador, el cual mantuvo su preocupación por el inmueble hasta la jubilación.

Lamentablemente dejó de existir tras su deterioro constructivo pero mantiene su nombre un local que funge como tienda muy cerca donde estuvo enclavado dicho comercio.

La AZUCENA CHINA, será siempre el recuerdo y la huella de la presencia China a su paso por Cabaiguán.

Quiero agradecer a María Lima, hija de Rosendo quién me facilitó la entrevista en febrero del 2015 y el aporte fotográfico y documental. También a la familia Chávez por la colaboración.

Aquí les dejo el testimonio fotográfico de Rosendo en su tienda, junto a su familia y compañeros de Logia y también a Mario Chávez en su época laboral.

Mi respeto a todos.

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