Los miembros del Comité Municipal del Partido Comunista de Cuba en Cabaiguán debatieron sobre temas de mayor prioridad como los indicadores económicos y el enfrentamiento al delito,la corrupción y las ilegalidades
El comportamiento de los principales indicadores económicos en lo que va de año y el enfrentamiento al delito, la corrupción y las ilegalidades estuvieron en el centro de los debates entre los miembros del Comité Municipal del Partido Comunista de Cuba en Cabaiguán, durante su pleno de este sábado.
Entre los temas más debatidos por los asistentes al encuentro, sobresalieron las acciones implementadas por el municipio para incrementar la captación de ingresos al presupuesto del Estado y disminuir el déficit fiscal, la necesidad de lograr un avance más concreto y efectivo en el proceso de bancarización, el decrecimiento en la imposición de multas y la falta de sistematicidad en el enfrentamiento a las ilegalidades y las indisciplinas sociales.
Así mismo, se insistió en la importancia del control de los recursos con énfasis en aquellos con mayor demanda en un mercado negro que ha proliferado más los últimos tiempos debido a la crisis económica y la escasez de recursos de todo tipo, el papel de las organizaciones políticas y de masas y los núcleos del Partido en el enfrentamiento a delitos en entidades estatales y las denuncias oportunas de manifestaciones inadecuadas, así como la falta de profundidad de los análisis sobre las causas y condiciones que pudieran generar hechos de corrupción.
Ante la proliferación de los hechos contra el ganado mayor y el patrimonio, Julio Luis Jiménez López, miembro del Buró Provincial del Partido en Sancti-Spiritus, reflexionó con los integrantes del Comité del Partido de Cabaiguán, sobre el papel de los campesinos,trabajadores, cuadros y las organizaciones de base aquí en la disminución de los riesgos y vulnerabilidades en cada entidad.
Por otra parte, Yuleisy Cancio Sánchez, máxima dirigente política en este pedazo de Cuba, se refirió a la superficialidad de los análisis, la falta de depuración de responsabilidades ante la ocurrencia de un hecho y la escasa exigencia y seguimiento a los problemas detectados, así como la obligada necesidad de revisar y tomar en cuenta la opinión del pueblo, «casi siempre razonable y oportuna» para poder lograr una actuación más efectiva ante este tipo de fenómeno.
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