Entre los cultivos de Cabaiguán, si bien el tabaco aún se mantiene como principal siembra, ha decaído el cultivo de la caña, pero han progresado las extensiones de árboles frutales y viandas, hortalizas y grano
Por: Daisy Pilar Martín Ciriano
Siempre que se identifica al territorio cabaiguanense se vincula directamente con el cultivo y desarrollo del tabaco. Es conocido que desde 1695, se cultivaba esta planta en el territorio y que esta labor se ha mantenido con el paso del tiempo en parcelas, conucos y cooperativas.
Recogen los anales que en las primeras décadas del siglo XIX, las principales vegas existentes se encontraban en las zonas rurales de Neiva y Santa Lucía, donde en la actualidad prevalece este cultivo.
También en 1791 se distinguían algunas fincas con el nombre de ingenios donde sacaban azúcar y aguardiente a partir de la caña. Algunos de estos se consignaban al sur del poblado como El Guajén, propiedad de Carmen Pérez; Las Lajas, de N. Castillo, Las Cejas, de N. Morales y el Santa Rosa de G. Mendiguita; además, de María Mateo Lumpuy, así como el Cayajaca o San Agustín. En la zona de Santa Lucía, se localizaban los ingenios La Felicidad y Santa Rosa, este nombre aún distingue a un pequeño asentamiento poblacional.
Con relación a las tierras que rodean el poblado de Guayos, en estas se encontraban los ingenios La Esperanza, propiedad de Mateo Luis Pérez Pina y El Ingenito, cuyo dueño era Ignacio Cancio. Mientras que en Neiva, en 1866, existían cuatro ingenios o trapiches, con ciento un negros esclavos y por último, en la zona de Pedro Barba no existían ingenios, sin embargo resulta significativo conocer que el cacao también se introdujo en Cuba en el temprano año de 1540 y que fue plantado por primera vez en la Mayor de las Antillas en una finca llamada Mi Cuba, situada en terrenos del hato Pedro Barba, cuya superficie de cuatro caballerías pertenecía por entonces a Benito Paredes Fernández. Sin duda alguna las plantaciones han cambiado mucho, si bien el tabaco aún se mantiene como principal siembra, ha decaído en el territorio el cultivo de la caña, pero han progresado las extensiones de árboles frutales y viandas, hortalizas y granos.
Aún se distinguen como zonas productoras Neiva y Santa Lucía, incluido el territorio de Poza. Desde estas zonas se extrae la mayor cantidad de alimentos que se comercializan a través de Acopio y vendedores particulares que se rigen por las regulaciones establecidas por el órgano Estatal para la compra a los campesinos y venta a la población.
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