En la tarde de este 1 de agosto de 2024 se marchó físicamente Ana Ponce Rguez, la conocida “bodeguera” de la tienda de “Mirto”, hoy nombrada “La Ideal”.
Por: Osbel Ramón Díaz Mondeja
Detrás del mostrador se ganó un espacio en el recuerdo colectivo de los vecinos y no precisamente porque tocara por la “libreta” sino porque lo conquistó por su consagración al trabajo.
Anita, como le conocimos todos, despachó las primeras mercancías un 3 de diciembre de 1968 con tan solo 17 años y mantuvo la vitalidad laboral por más de 50 años entre sacos y balanzas.
En plena cola conocí la noticia, y rápidamente la recordé allí en el mismo portal donde cada tarde junto a su bicicleta descansaba minutos antes de comenzar la jornada vespertina como muestra de la puntualidad que mantuvo siempre. Aunque alrededor de 4 años ya estaba acogida a su jubilación Anita continuó “anotando” recuerdos en todos los que la conocieron.
Hoy los consumidores cargamos “la cuota” de nostalgia que “nos despachaste” tras tu desaparición física. Más yo con espíritu de “Plan Jaba” quise adelantarme a recordarte y dedicarte esta crónica.
En esta oportunidad productos de donación fueron el motivo de mi visita a tu querida tienda. Sin embargo más allá de la tristeza, en la “pizarra informativa” del establecimiento visualicé mentalmente aquel estribillo eterno a tu profesión.
…vete a la esquina y la verás, que atenta siempre te servirá. Anda enseguida, córrete allá que con la plata la encontrarás, del otro lado del mostrador muy complaciente y servidor… Hasta siempre Anita.
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