Por Lillipsy Bello Cancio
Después de desde el 11 de marzo pasado se confirmaran los tres primeros casos de COVID- 19 en Cuba, y que este país comenzó a vivir una de las situaciones excepcionales más prolongadas en el tiempo, la noticia de que este tres de julio la provincia espirituana pasaba a la segunda fase de la etapa recuperativa de esta pandemia ha sido recibida con beneplácito por los cabaiguanenses.
Sin lugar a dudas, una de las medidas más significativas es el reinicio de los viajes interprovinciales por ómnibus y por tren, siempre que los territorios de salida y destino y los intermedios entre ellos estén en segunda fase, con lo cual lejos de relajar disposiciones, cada uno de los responsables de organismos pondrán a prueba su sentido de la responsabilidad.
Para tener una idea, desde este viernes en el transporte público en los ómnibus se ocupará el 100 % de los asientos, y el 70 % de la capacidad de los pasajeros de pie. La medida también es válida para los camiones, camionetas, tanto estatales como de porteadores privados.
Así mismo, las rutas interprovinciales se restablecerán de manera gradual, por el momento, entre capitales provinciales, y los ómnibus ocuparán la totalidad de su capacidad, sin pasajeros de pie y con el empleo del aire acondicionado. Por tanto, reabren las terminales, pero solo para las personas con pasajes; no funcionará la lista de espera. En las oficinas de reservación se priorizará a clientes que conservan reservaciones para días anteriores y que deseen hacerlo ahora. También podrán hacer el reintegro de los pasajes adquiridos para fecha posterior al 23 de marzo.
Los trenes nacionales se irán reincorporando paulatinamente, con frecuencia de cada ocho días, e igualmente solo transportarán a los pasajeros sentados, y se empleará el aire acondicionado en aquellos que lo posean, claro que siempre teniendo en cuenta lo planteado en el espacio Mesa Redonda del 17 de junio, por el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, quien había especificado que los trenes nacionales de los coches chinos solo rodarán cuando La Habana se encuentre en segunda fase, para lo que habrá que esperar todavía, pues ya sabemos que apenas entrará en la primera desde hoy.
Hay medidas generales que se mantendrán en todas las etapas de recuperación, como la prohibición de la entrada al centro laboral de trabajadores con síntomas respiratorios, y la desinfección de las manos a la entrada de cada establecimiento. De igual manera se seguirá exigiendo el distanciamiento social en los lugares públicos.
Una práctica que persistirá, aunque con una ligera flexibilización, es el uso del nasobuco, que será obligatorio desde esta jornada solo lugares públicos donde exista concentración de personas, según explicó el Ministro de Salud, José Ángel Portal Miranda, en la Mesa Redonda del 26 de junio pasado.
En esta fase siguen suspendidas las visitas a los pacientes ingresados en los hospitales cubanos, prosigue la incorporación de los servicios hospitalarios, estomatológicos, de rehabilitación, consulta externa y otras actividades ambulatorias, hasta alcanzar el 75 % de restablecimiento de estos.
Se reabren las casas de abuelos y el servicio a los seminternos en los hogares de ancianos y los centros médico-psicopedagógicos, a la vez que se retoman los pases a los internos, quienes a su regreso permanecerán 14 días en la sala de cuidados sub-agudos, donde también permanecerán por ese tiempo los nuevos ingresos que se realizarán a partir de esta segunda fase.
Como se ha informado, los certificados de medicamentos serán válidos por un año más después, y las dietas médicas se extenderán por 180 días más después de su vencimiento. Estas son apenas algunas de las medidas que comienzan a entrar en vigor desde este viernes y con las que, como dije al inicio, se pondrán en juego, otra vez, las capacidades de respuesta de los cubanos.
Y es que, ante los números de la Isla que continúan siendo realmente estimulantes —el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, insistió en no bajar la guardia con las pesquisas activas en las comunidades, y las exigencias en cada organismo, que tanto resultado han dado en el enfrentamiento a la pandemia.
Ciento quince días después de que en Cuba se detectaran los primeros tres casos positivos a la COVID-19, la cifras continúan siendo alentadoras y dan fe de cuánto se ha trabajado para lograr contener la epidemia en el territorio nacional. Mantener bajo control la enfermedad es hoy el gran reto… y en nuestras manos está la posibilidad.