Varias de las obras pictóricas de Jayad Jamis se encuentran en el territorio en poder de familiares y amigos, de igual manera de sus textos existen ejemplares en las bibliotecas locales y especialmente, muchos de ellos quedaron en manos de la escritora guayense Crucelia Hernández
Por: Daisy Pilar Martín Ciriano
Entre los escritores que han aportado su obra en Cabaiguán, existen varios, que se establecieron en este lugar y que después, se convirtieron en notables escritores y pintores. Entre ellos está la obra artística de Fayad Jamis, el Moro. Establecido en Guayos formó parte de los primeros talleristas de la literatura y amigo de Tomás Álvarez de los Ríos llevó adelante notorias tareas en pos de la cultura. Establecido en ese poblado desde 1936, a la edad de seis años, pudo unir a su tronco de azteca y libanés la idiosincrasia del cubano y en especial del cabaiguanense, sin perder sus rasgos orientales.
En este pueblo despuntó su vocación por el dibujo y la poesía, incluso su primera obra, Brújula, que se editó en una imprenta de la localidad en 1949.
Durante sus estudios en San Alejandro estableció relaciones con grandes de la literatura y colabora con la revista Orígenes. A mediados de la década de 1950 marcha a Europa y allí su paleta adquiere una mayor valía.
Tras su retorno a Cuba, en marzo de 1959, se entregó por completo a reflejar en su prosa y en sus lienzos, la obra de la Revolución. Su poema Por esta libertad y sus dos obras al Che así lo muestran. Otros textos como La Pedrada, Cuerpos, Abrí la verja de hierro y Breve historia del mundo, ilustran su quehacer literario.
Hoy, varias de sus obras pictóricas se encuentran en el territorio en poder de familiares y amigos, de igual manera de sus textos existen ejemplares en las bibliotecas locales y especialmente, muchos de ellos quedaron en manos de la escritora guayense Crucelia Hernández, a quien dedicó ejemplares de cada edición.
El Museo Municipal también fue objeto de distinciones por parte de Fayad, quien en el primer Te Cultural, realizado en 1982, donó gentilmente la obra Jarrón de Flores, que aún se exhibe en la primera salade la institución.
Hoy la presencia de Fayad Jamis está más cerca aun de este pueblo que lo acogió como a un hijo, hasta motivarlo a escribir un volumen de prosa dedicado a Guayos que solo la muerte logró interrumpir.
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