Por: Lillipsy Bello Cancio
“La creación de los CDR hace sesenta años nos estimuló a cuidar la Revolución y hasta hoy nos continúa impulsando a luchar por esta obra que legaremos a las nuevas generaciones encargadas de inspirar y vencer nuevos retos, desafíos y tareas”, es convicción de Julián Rodríguez Díaz, un cabaiguanense que a sus 81 años fue reconocido por el Secretariado Nacional de los CDR con la condición de Vanguardia Nacional de la organización y la Medalla “Por la defensa de la patria y la Unidad del barrio” que otorga el Presidente de la República de Cuba.
Fue en ocasión del aniversario 60 de la fundación de los Comités de Defensa de la Revolución, fecha que tiene una especial significación para este cederista que recibe el reconocimiento, que considera colectivo, más que mérito propio: “Nada se puede lograr en un barrio, en una zona, en un municipio si no lo realiza un pueblo. El mismo que es conducido por un líder pero que indiscutiblemente es respaldado por ese colectivo”, afirmó el dirigente del CDR #4 “Armando Acosta Cordero”, de la zona 75 en la cabecera municipal.
Entre los reconocimientos recibidos por Julián Rodríguez Díaz desde que se integró a las tareas de la Revolución con apenas 17 años sobresalen las medallas de Lucha Clandestina; 28 de Septiembre; 30, 4o, 50 y 60 años de los aniversarios de las Fuerzas Armadas revolucionarias, entre otras de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana.
“Fidel me continúa inspirando. Mis dos hijos y mis cuatro nietos están convencidos de que son ellos mi mejor obra y entre mis mayores orgullos está el hecho de que sienten al Comandante vivo, poderoso, al frente de cada batalla que libramos hoy. Y debo reconocer que soy un poco responsable de eso”, aseguró entre unas lágrimas que pujaban por asomar, una mañana que, más que de trabajo reporteril, devino razón para convenir la inmensidad de otra historia común, única, inmensa.