Por: Aramis Fernández Valderas
En el corazón de las siete colinas, la ciudad de Valera, a 200 años de su fundación y cuyo nombre toma del encomendero Marcos Valera, cuenta entre sus habitantes temporales con Cuquito un técnico cubano de la salud que desanda las alturas y valles de ese territorio, capital del estado de Trujillo en la República Bolivariana de Venezuela.
Independiente de estar acostumbrado a cuestiones inverosímiles en esa tierra latinoamericana, esta vez, Yanier González, que es su verdadero nombre y sus compañeros de trabajo quedaron perplejos al llegar al hogar de una paciente de la tercera edad, que casi cuenta con la mitad del tiempo de la ciudad donde radica.
La señora María de Olmos con 97 años sobre su espalda, dependiente ya de una silla de ruedas para su movilidad, producto a padecer la diabetes mellitus, no tenía la posibilidad de conocer por donde andaba su azúcar al no contar en el equipo necesario a fin de controlarla.
Cuquito, el guajiro de Cabaiguán y su tropa, llegaron hasta la vivienda de Doña María este cinco de octubre, sin recurrir a su nacionalizada Riga cubana para hacerle entrega a la paciente del primer glucómetro y los correspondientes biosensores que usa en sus 97 años, junto a la insulina del tratamiento.
De Olmos reflejó en su mirada el agradecimiento; de sus labios brotaron las gracias y un rosario de lindas palabras como reconocimiento a los colaboradores cubanos de la salud, que en tiempos de pandemia también se las arreglan para alegrar vidas en otras latitudes de la tierra.