Puede faltar cualquier cosa en el batey de la casa del campesino, pero el rancho de maíz debe estar ahí, levantado sobre pilotes con techo de guano y un molino para desgranar las mazorcas después del despaje. Es una necesidad y una tradición, en el pequeño cuarto se almacena el producto y el techo de guano no solo protege, también refresca a fin de conservar el grano.