viernes, noviembre 22El Sonido de la Comunidad
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Recuerda el pueblo cabaiguanense a Camilo en el aniversario 61 de su desaparición física

En el que ha devenido un 28 de octubre completamente atípico debido a las restricciones impuestas por la COVID- 19, los miembros del Consejo de Defensa del municipio comenzaron el homenaje del pueblo cabaiguanense al Comandante Camilo Cienfuegos en el aniversario 61 de su desaparición física la mañana de este miércoles.

Una ofrenda floral en nombre del pueblo de este pedazo de Cuba fue dedicada al Héroe de Yaguajay, en una jornada que no pasará por alto aquí, a pesar de la obligada observancia de las indicaciones para el enfrentamiento al nuevo coronavirus en un territorio donde el SARS COV- 2 se ha empeñado en establecerse.

Yuleisy Cancio Sánchez, miembro del Buró Municipal del Partido Comunista de Cuba al frente de la esfera ideológica, explicó a esta emisora que las actividades de recordación abarcarán la totalidad de la geografía del territorio, aunque sin la  tradicional peregrinación con concentración de personas debido a las medidas de protección ante la pandemia que enfrentamos hoy.

La dirigente política señaló que en todos los centros laborales acontecerán matutinos especiales y otras iniciativas demostrativas de la admiración y el recuerdo del pueblo a la memoria del “Hombre de la Sonrisa Amplia”, a quien solo una representación de los colectivos laborales y estudiantiles le depositará flores en el lugar que habitualmente lo hacen los cabaiguanenses cada año.

“Las redes sociales, subrayó, serán, a su vez, escenario para profesar los sentimientos de admiración y reconocimiento que atesoramos cabaiguanenses hacia uno de los protagonistas de la épica de la Revolución Cubana cuya prematura desaparición en el mar fue un duro golpe  el proyecto socialista antillano”, agregó la funcionaria.

En referencia a su legado, la fuente concluyó: “Una mezcla perfecta entre rectitud y camaradería, Camilo Cienfuegos no hizo otra cosa que multiplicarse aquel triste 28 de octubre de 1959, cuando las profundidades del mar reclamaron su presencia. Algunos dejaron crecerse la barba como símbolo de respeto, y muchos otros erigieron altares, recurrieron a oraciones, buscaron en el cielo la respuesta. Porque dicen quienes lo conocieron, que Camilo era y sigue siendo un incentivo de pueblo”.

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