Con materiales recuperados, pero certificados, se confecciona la estructura de la nueva pasarela, que está a más de un 80 por ciento de ejecución.
Con hierros de aquí y de allá que fueron recuperados en varios sitios de la provincia, los integrantes de la brigada de pailería de la Empresa de Servicios Técnicos Industriales (ZETI) en Sancti Spíritus laboran desde hace meses en la ejecución de las partes que conformarán el puente colgante sobre el río Agabama.
Se trata de unas 12 piezas de entre 6 y 10 metros de largo por 2 de ancho, las cuales se fabrican individualmente para luego trasladarlas hasta el sitio donde permanece inactiva la vieja mole de hierro, colapsada por el paso de los años y que dividió en dos el poblado fomentense de Agabama.
En declaraciones a Escambray Wilfredo Palacio Álvarez, jefe de Operaciones en ZETI, dijo que ya están concluidas y pintadas la mayor parte de las piezas que completarán la pasarela colgante, la cual tendrá unos 100 metros de longitud y será soportada por cables y tensores, según consta en el proyecto.
Palacio Álvarez explicó que para comenzar a fabricar el puente sus operarios se trasladaron hasta la antigua papelera de Jatibonico, donde procedieron al desguace de un tanque de hierro en desuso que les permitió recopilar parte de los elementos requeridos. “El acero acopiado —dijo— lo llevamos a Planta Mecánica en Santa Clara y a una entidad en Cienfuegos para convertirlo en tiras y, con estas, hacer los angulares que utilizamos en la fabricación del puente”.
Por su parte, Nilo Reyes Moya, subdirector de Inversión y Desarrollo en la Empresa Provincial de Servicios Comunales, entidad responsabilizada con el puente, añadió que ante una tormenta de ideas surgida a raíz de la paralización del vial y atendiendo a que se trata de una obra sin respaldo de recursos, ha sido necesario acudir a disímiles variantes para garantizar el avance en su ejecución, que hasta ahora ha demandado alrededor de 500 000 pesos.
“Con el acero del revestimiento de los cilindros de gas en desuso estamos haciendo el fondo de la pasarela —acotó Nilo—, pero aunque avanzamos mucho, aún faltan piezas por cubrir, por lo que pensamos utilizar las partes de la vieja mole colgante que estén en buen estado a fin de completar el piso restante, eso complejiza un poco las labores porque hay que cortar y recuperar in situ estos materiales y al estar en época de lluvia el río crece con frecuencia”.