Por: Daisy Pilar Martín Ciriano
Tal parece que las orquídeas pintadas por Aurora, hace muchos años, ahora perfumen esta sala mientras las dos hermanas posan frente a ellas. Ambas sobrepasan los noventa años y precisamente hoy 21, Alma cumple los 94, gran parte de ellos dedicados a la cultura.
Desde Matanzas, su tierra natal, se inició en el canto. Frágil y tierna se movió entre los grandes escenarios tras alcanzar el Tercer Premio en La Corte Suprema del Arte a inicios de 1940. Desde entonces se consagró como una excelente mezzosoprano.
Integró la Orquesta de Cámara de Matanzas. Actuó en el teatro Sauto en varios conciertos, así como en importantes escenarios y canales televisivos. En 1953, tras obtener el Tercer Premio en el programa Escuela de Televisión de Gaspar Pumarejo, formó parte del coro de Cuca Rivero en 1954 y actuó en el Canal 2 con Osvaldo Farrés en el programa Jueves de Partagás.
En 1957 cantó en el teatro La Caridad donde fue ovacionada por su interpretación de Mattinatta, en idioma italiano.
Tras llegar a Cabaiguán se relacionó con artistas de renombre como Josefa Cruz, Arturo Alonso, Fayad Jamis, Crucelia Hernández y Raquel Valdivia, entre otros.
Después del triunfo revolucionario integró el coro de las 150 voces que conformó la Central de Trabajadores de la localidad para llevar la cultura a todos los rincones. A partir de 1962 se integró como mezzosoprano en el Cuarteto Lírico de Las Villas. Formó parte de la brigada artística Sindo Garay que recorrió las zonas cañeras de la localidad en los inicios de 1970.
Hoy, su voz se escucha clara a pesar de los años, especialmente cuando interpreta “Siboney”, Longina o El Mambí.
Ahora Alma se siente querida por todos y recibe las felicitaciones, junto a su querida hermana. Piensa con optimismo celebrar los 95 con salud, y lejos de esta horrible epidemia que azota al mundo.