Por: Aramis Fernández
Hoy la calle Valle no se verá inundada de los personajes de la Edad de Oro, ni de los versos sencillos escritos por José Martí, Héroe Nacional de Cuba. La epidemia impide la fiesta, que ahora se hace desde cada escuela que se mantiene abierta y de lo contrario en los corazones de los niños desde sus viviendas, ellos saben de Martí y frente al retrato depositan la rosa blanca, recitan un poema o simplemente indagan más con papá o mamá sobre el apóstol, ya vendrán tiempos mejores en los que los pequeños vuelvan a vestir los preciosos trajes de cada 28 de enero.