La instalación que garantiza el almuerzo para la mayoría de los seminternados de la ciudad cabecera recibe acciones de mantenimiento en las calderas y otras áreas vitales
Como se vuelve tradicional a finales de agosto, la Cocina Centralizada de Sancti Spíritus calienta el curso escolar y entre el colectivo y especialistas de la Empresa de Calderas adelantan los trabajos de mantenimiento, apoyados por Educación Municipal, a fin de alistar la instalación encargada de la cocción de los alimentos para la mayoría de los seminternados de la ciudad cabecera provincial.
Néstor Valle López, administrador de la Cocina Centralizada Raúl González, explicó a Escambray: “Aunque en este período se realizan las acciones de mantenimiento de mayor envergadura, en medio del curso a este centro le pasamos la mano diariamente, si dentro de tres meses hace falta pintar un área o resanar el repello en una pared lo hacemos y sin afectar el trabajo de la cocina, porque el mejor mantenimiento es el que haces todos los días”.
Los propios trabajadores, bajo un esquema escalonado, han puesto a un lado sus vacaciones y realizan labores de pintura en áreas exteriores e interiores; a la vez que emprenderán en lo adelante la limpieza de los seis tachos de cocción y otras tareas propias del alistamiento.
“Los trabajos principales se dirigen al área de calderas, para lo cual contamos con el apoyo de fuerza especializada de esa empresa, se trata de un mantenimiento general, donde se revisan las válvulas de seguridad, otros aditamentos esenciales para el funcionamiento, se limpian las boquillas a los quemadores y se dará la pintura exterior; contamos con dos calderas que le alternamos la explotación a fin de mantenerlas activas, como quiera que la primera acumula 47 años de funcionamiento”, detalló Valle López.
Como parte del acondicionamiento de la Cocina Centralizada de cara a la reanudación del curso escolar en septiembre, se comprobaron las tuberías del área de cocción. “Hay algunas con deterioro que serán sustituidas, al igual que varias llaves, un trabajo que también realizará la Empresa de Calderas; no hay que esperar a que inicien las clases, que se presente un problema, para entonces parar la cocina por una tubería en mal estado. Por la importancia de esta instalación hay que ser muy previsores”, subrayó.
Una vez que se activan las clases, sobre la Cocina Centralizada recae la misión de elaborar de lunes a viernes más de 4 000 raciones de comida con destino al almuerzo de los alumnos y docentes de casi todos los seminternados de la ciudad. Una instalación que agrupa a más de 30 trabajadores, funciona bajo el financiamiento del presupuesto y siempre tiene delante el desafío de la calidad en la cocción de los alimentos para los niños.
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