Si se cosen con azúcar morena saben mucho mejor, la alegría de coco es muy típica de Cuba, ese sabor es identitario y si salen amelcochaditas es mucho mejor.
Es difícil que un cubano no las haya probado y que un muchacho por glotón no le haya dado mala digestión al ingerir en cantidades este mangar que en estos momentos está perdido del mercado.
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