Han transcurrido más de setenta años de un importante suceso histórico acaecido en el país y donde los obreros de Cabaiguán tuvieron un papel importantísimo: La lucha contra la máquina torcedora, una de las mayores manifestaciones de carácter popular durante el período de mandato de Carlos Prío Socarras.
Por Daisy Martín Ciriano (Licenciada en Historia)
Todos los sectores, unidos, se oponían a la medida respalda por el Decreto 1073, que conduciría al despido de obreros torcedores del sector tabacalero, y a la quiebra de pequeños productores. El 2 de julio de 1951, amanecieron en huelga casi todos los pueblos de la provincia Las Villas, pero donde la lucha cobró mayor fuerza fue en Cabaiguán.
La manifestación contra la máquina torcedora, comenzó con un desfile, los comercios cerraron sus puertas, se paralizó el transporte y las mujeres formaron comisiones para comprobar el cierre de los negocios.
El día 3, la situación se presentó más tensa, los obreros estaban en las calles, en las que se habían levantado barricadas con diversos objetos, maderas inservibles, botellas rotas y piedras. El tráfico se interrumpió con obstáculos en la carretera Central y en la línea del ferrocarril.
Una enorme multitud encabezaba por Diego León Delgado, Miguel Reyes Castro y Juan Santander Herrera, además de otros dirigentes, se lanzó a la toma del ayuntamiento; el cual permaneció en poder de los trabajadores por varias horas, declarándose Cabaiguán ciudad muerta.
Los obreros dirigidos por sus líderes Miguel Reyes Castro Diego León, entre otros, en medio de la huelga contra máquina torcedora interrumpieron el tránsito las calles con cristales, grampas, neumáticos encendidos, la línea de ferrocarril fue levantada y obstruida con maderos y piedras.
El 4 de julio de 1951, en medio de la efervescencia revolucionaria, un grupo de obreros se dispuso a hacer una hoguera frente al ferrocarril, fue entonces que un soldado disparó, e hirió mortalmente al empleado de comercio Alfredo López Brito.
Parte de los manifestantes corrieron tras los asesinos, pero éstos lograron llegar hasta la carretera Central y embarcarse en un Santiago Habana, escapando del castigo popular.
El sepelio del joven, de origen campesino, fue una verdadera manifestación popular y la despedida del duelo estuvo a cargo del comunista y dirigente del movimiento obrero Diego León Delgado. Tras ocurrir el hecho la emisora local trasmitió la noticia y hecho curioso, su familia en Santa Lucía escuchó la mala nueva por la radio local, ya que aún no conocían del triste final del muchacho de apenas 17 años.
Alfredo López Brito, mártir de la lucha contra la maquina torcedora
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