Con el canto de los gallos y la campiña vestida aún de madrugada Anisleidys Pérez González, es una mujer que le da los buenos días a la vida.
Por: Osbel Ramón Díaz Mondeja
La joven mujer diariamente recorre la finca Santa Rosa, ubicada en el Consejo popular de Santa Lucía de la cual es su propietaria. Tras la muerte de su abuelo y su padre, tomó las riendas de la tierra con la cual mantiene a su madre y abuela. Ella asume la ganadería completamente, mientras cuenta con dos jóvenes que ayudan en la siembra de los cultivos.
Múltiples son los reconocimientos que ha recibido como mujer rural y criadora de animales de raza equina y vacuna con los cuales ha participado en ferias por todo el país con resultados sobresalientes.
Afirma que nunca ha podido separarse de la ganadería pues siendo muy joven (1989) fue vaquera e integrante del equipo Sancti Spíritus y en la actualidad continúa en ferias pero como criadora. Esa pasión logró transmitírsela a su hija la cual como «amazona» representó a Cuba internacionalmente.
A los animales y las plantaciones le suma la pasión por la música y el baile todos esos quehaceres son semillas de un mismo surco con los que se apasiona. Quienes la conocen dan fe de sus dotes musicales en los guateques que participa.
Aquellos que han tenido la posibilidad de visitar su finca perciben en las siembras y arboleda la magia femenina por la limpieza, organización y el uso de la agroecología como forma de producción.
Su casa, jardines y establo son prueba también del sudor de esta mujer que diariamente vestida de madrugada, con su lápiz labial le da color a la campiña.
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