Por: Alexey Mompeller Lorenzo
Cerrarle el cerco a la COVID-19 en Cabaiguán compete, en primera instancia a activar desde lo personal el sentido de percepción de riesgo, aunque la Inspección Sanitaria Estatal (ISE) no le pierde el rastro a las negligencias de quienes comprometen su salud y la de los demás en la segunda oleada de la pandemia que se torna más agresiva aquí al confirmarse una cifra superior a los 40 casos positivos.
El uso inadecuado del nasobuco, el mal empleo de las barreras de contención al reportarse pasos podálicos deteriorados y expuestos al sol, soluciones para el lavado de las manos y la limpieza de superficies sin actualizar su fecha de vencimiento así como no identificar el por ciento de concentración de cloro y violar el distanciamiento físico en las colas resultan las mayores indisciplinas detectadas, notificó Armando Ulloa Martínez, director de la Unidad Municipal de Higiene y Epidemiología.
Al comienzo del rebrote el 2 de octubre último y cuando expiró ese mes, constaban 32 contravenciones impuestas y solo en las jornadas de noviembre los quebrantamientos casi duplican los números al registrarse 28 multas, informó Danay Rodríguez Pérez, jefa del departamento de salud ambiental en dicha instancia.
En los consejos populares Urbano I, II y Guayos se aplicó indistintamente el decreto ley 272 por transgredir los protocolos de bioseguridad en un contexto sanitario complejo.
De acuerdo con Rodríguez Pérez añadió la cuantía de las sanciones que deben pagar las personas naturales que incurran en esos actos oscilan entre 50 y 100 pesos en moneda nacional mientras de revelarse tales faltas en entidades estatales, la cuota a abonar por la máxima autoridad administrativa es de 300 pesos.
