Arturo Alonso Díaz, el trovador que dedicó su letra y melodía a los pueblos de Cuba y Canarias, desapareció físicamente en su Cabaiguán querido, el 3 de enero del año 2010. A 15 años de esta lamentable muerte, el pueblo de Cabaiguán y de toda Cuba lo recuerda con mucho amor
Por: Redacción Digital
Todos los trovadores hacen de su vida una leyenda, un aura, una magia; una vida rodeada de mitos. En este caso particular, la vida de Arturo, como toda su obra es un interesante diapasón que va de lo imposible hasta la realidad que le tocó vivir.
Nacido y crecido en una compleja etapa de la nación cubana conoció las injusticias del contexto en que le tocó crecer y desarrollar, pero sobreponiéndose con entereza envidiable a ese entorno, sacó fuerzas ocultas, se echó la música a cuestas y levantó velas que le permitieron, como dice el trovador: “hacer camino al andar”.
Arturo Alonso no solo fue el compositor de linda letra y hermosas melodías, fue también cultivador de la décima de bella prosa y el cuentero que recogió en sus memorias los fábulas más populares de Cuba y de los emigrantes canarios y de sus descendientes residentes en su Cabaiguán querido. Era un cazador de leyendas y él mismo era una leyenda.
El Cantor de los Pueblos, como se le conoce a Arturo Alonso, es autor de “Mi lindo Cabaiguán”, “Voy a hablar con tu papá”, “Su majestad el danzón”, “Cumple tu misión” y “Consejo de hermano”. Las canciones más populares de este cantautor han sido grabadas por las mejores voces y agrupaciones de Cuba.
Publicación recomendada: