El municipio lamentó el fallecimiento de un menor de edad a causa de la COVID-19 y al cierre de esta información un lactante se reporta de crítico inestable
Por: Alexey Mompeller Lorenzo
La cifra de pacientes pediátricos cabaiguanenses contagiados con la COVID-19 no desciende, las capacidades ocupadas en los centros de aislamiento para positivos y sospechosos lo demuestran; otras estadísticas igualmente lamentables dan crédito de la tendencia al aumento de los índices de gravedad y letalidad.
La doctora Denny Ivett Valdivia Zamora, asesora del Programa de Atención Materno Infantil en la Dirección Municipal de Salud Pública precisó que se mantienen en vigilancia 50 menores de edad y de ellos cuatro son lactantes, alza continúa de ingresos incrementados a partir marzo último por irresponsabilidades familiares en la protección de este segmento poblacional.
Los dígitos lo manifiestan, solo de enero al cierre de agosto constan 47 lactantes diagnosticados según datos ofrecidos por la especialista en Medicina General Integral.
Una noticia consternó a los cabaiguanenses, al conocerse en el parte del Ministerio de Salud Pública con cierre del 21 de septiembre, el deceso de un niño de tres meses de nacido residente en la comunidad Las Minas, pretérmino, bajo peso y con patologías de base alegó Valdivia Zamora; y se registra así la primera muerte de un menor de un año en la provincia.
El reporte de un lactante guayense de dos meses de vida, considerado de riesgo, y que se valora de crítico inestable resulta otra información poco halagüeña para el Programa de Atención Materno Infantil y no es el único caso en tanto tiempo de batalla contra el virus.
La campaña de inoculación contra el SARS-CoV-2 en edades pediátricas, único proceso en el mundo que se gesta en Cuba, avanza y de alcanzarse la ansiada inmunidad, una vez transcurridas más de 60 jornadas de completarse el esquema de vacunación, decrecerán los casos y los pacientes graves y críticos pero no será suficiente para frenar la propagación de la pandemia, cumplir con las normas sanitarias librará a los niños, niñas y adolescentes de la enfermedad que computa 313 infectados de entre 2 y 10 años desde que la COVID-19 aterrizara aquí.