Escritores y artistas cubanos, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, el Ministerio de Cultura y sus instituciones, han denunciado la agresión contra Buena Fe en España, que ha escalado a la violencia física y ha traspasado todos los límites.
Por: Lillipsy Bello Cancio.
¿Cuán aberrante puede ser que un artista sea condenado por una horda de vulgares odiadores? ¿De qué tamaño puede ser el absurdo de un puñado de imberbes incapaces de apreciar el arte “escupiendo” la dignidad? ¿Pudo alguien imaginar que podría presenciar la escena, tristísima escena de un cubano agrediendo a otro de la manera más denigrante posible?
Ni el más insulso de los políticos merecería someterse a semejante situación… mucho menos un par de jóvenes, cuyo único propósito ha sido ofrecer su música (excelente música) a un público demandante de ese chorro de sentimientos de todo tipo que los de “Buena Fe” bien saben regalar.
Las imágenes pululan en redes sociales, plataforma que por momentos pareciera fuera creada para exponer lo peor del ser humano… ¿Qué razones “condenan” a Yoel y a Israel? ¿El amor por Cuba? ¿Cantarle a la heroicidad de puñado de científicos de una pequeña isla capaces de salvar a los suyos a fuerza de talento y voluntad? ¿La coherencia de sus letras, sus principios y su manera de andar por esta vida?
Si mi abuela viviera pensaría que este mundo está al revés o que la COVID dejó secuelas irremediables en algunos o que la irracionalidad se instauró en el alma de esa gente, con tanto odio en su ser que son incapaces de apreciar la diferencia entre un político y un artista… y digo esto porque si estos muchachos anduvieran por España haciendo campaña a favor de esta Revolución, la de ellos que es la de la mayoría todavía pudiera justificarse que encontraran detractores y gente en desacuerdo con su forma de pensar.
Claro, que nada justifica la agresividad sin límites, la terquedad desnaturalizada, o el desatino de quienes pretenden legitimar el boicot como forma genuina de protesta: ¿protesta contra qué o quiénes? ¿Qué si libertad para presos políticos? ¿Qué si consignas ofensivas y denigrantes? ¡Estamos, repito, hablando de músicos, de ARTISTAS! ¿Qué piensan diferente a aquellos? Es cierto, pero… ¿dónde queda la tan cacareada democracia que según ellos aquí ni existe y allí sí? Un niño sería capaz de responder la interrogante.
Si no fuera por lo doloroso e infame del asunto, hasta risible pudiera parecer. No en balde se pudo ver a un joven cubano, guajiro naturalísimo, encabronado hasta los “mameyes” porque, ¡claro! La sangre del mambí corre por sus venas y se trataba de ofensas a la PATRIA, esa que debería ser sagrada para cualquier cubano, en cualquier latitud del mundo.
Por suerte, sobretodo para los españoles que se hubieran perdido la posibilidad de disfrutar música cubana de la buena, aparecieron “Esos hombres y esas mujeres de la solidaridad y otros que sin ser de ella fueron tan cooperativos, sabían que los agresores buscaban cancelar la gira con un solo golpe”, escribiría Israel más tarde en su cuenta en Facebook.
Escritores y artistas cubanos, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, el Ministerio de Cultura y sus instituciones, han denunciado la agresión contra Buena Fe en España, que ha escalado a la violencia física y ha traspasado todos los límites… también lo han hecho desde otras latitudes cubanos dignos y amigos de Cuba, gente de bien, admiradores de uno de los dúos cubanos más exitosos de este siglo.
Sobre el tema en cuestión pudiéramos estar hablando mucho más tiempo, más prefiero cerrar con esa frase de su líder devenida en la más clara demostración de la entereza y dignidad de este par de cubanazos: “la música es nuestra fortaleza, la manera más violenta en que golpeo al que me ofende”… ¡y qué tremendo golpe!
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