Foto: Aramis Fernández Valderas
Desde la intercepción de la calles, Sergio Soto con Beremundo Paz y hasta el horizonte con las estribaciones del Escambray, Cabaiguán se ve inmenso, jacarandoso. Es una perla lanzada en un inmenso valle, fértil como ningún otro en esta isla, un pueblo de hombres y mujeres laboriosos y emprendedores.