A más de tres décadas de la Operación Tributo, los cabaiguanenses vuelven a andar la misma ruta para agradecer a Maceo, Panchito y sus internacionalistas caídos
Por: Lillipsy Bello Cancio
Otra vez la necrópolis local fue el escenario escogido para rendir tributo a quienes hace 32 años regresaron a la Patria, después de haber caído bajo otros cielos en defensa de la soberanía de países hermanos o trabajando por su educación, cultura y desarrollo.
Fue este otro 7 de diciembre en el que el dolor se removió y las lágrimas rodaron por unas mejillas ahora más arrugadas, marcadas por dolores que se le han adicionado con el paso de los años, pero que no han menguado el de aquel triste día de 1989.
Poco más de cuarenta familias cabaiguanenses recibieron entonces a sus hijos, esposos, hermanos y padres, cubiertos todos por la bandera cubana, pero no pudieron abrazarlos, consentirlos, organizar los cabellos desordenados bajo la gorra de combatiente.
“No fue casual la elección de tan significativa fecha para concluir una operación tan reveladora, pues también es esta en la que Cuba conmemora la caída gloriosa del Lugarteniente General Antonio Maceo Grajales y su ayudante, el capitán espirituano Francisco Panchito Gómez Toro”, aseguró Yuleisy Cancio Sánchez, Presidenta del Consejo de Defensa Municipal en el acto que rindió tributo la mañana de este martes a los caídos en el cumplimiento del sagrado deber del internacionalismo y la solidaridad.
Estuvieron presentes también en el homenaje del pueblo cabaiguanenses a sus hijos más queridos, Yumar Castro Álvarez, Miembro del Buró Provincial del Partido Comunista de Cuba, Ricardo García Hernández, Coordinador de Programas y Objetivos en el Gobierno de Sancti- Spiritus y las máximas autoridades políticas y administrativas del municipio.