
Doña basura cansada de esperar
“Pedazo de mi Cuba/ mi Cabaiguán querido/ mi
lindo Cabaiguán (…)”. Así percibía Arturo Alonso a su pueblo, antes impecable.
Inspirado y con un nudo en la garganta por ausentarse de casa, el prolífico
músico decidió regalarle una melodía a la ciudad que lo acogió. Mas estas líneas
de la canción contrastan con lo que muchos ven y sienten aunque la devoción por
el terruño jamás caduca.
No solo la devastada e insípida avenida
Sergio Soto angustia a los cabaiguanenses, tampoco los precios por las nubes ni
el agua que se escapa por los salideros del acueducto hasta tapar los cráteres
en el pavimento. Los microvertederos componen parte de la trama urbana. Cuidadosos
de no tropezarcon un saco que duerme en la esquina hace más de una semana,
chocamos con la realidad.
De memoria sabemos que l...