En el cementerio de Cabaiguán, se ha dado un caso de insensibilidad por parte de personas inescrupulosas que no respetan lo más sensible del alma: el pastoreo de animales en el campo santo, lugar donde descansas los restos de los seres queridos, y donde la impunidad lacera una vez más
Por: Lillipsy Bello Cancio
“Hay los caballos están sueltos, pisoteando las sepulturas, rompiendo todo, sin mencionar la presencia del excremento de los caballos”. Las fotos publicadas en redes sociales y replicadas en sitios webs de esos que no persiguen la solución de los problemas, ni mucho menos, pero que disfrutan el morbo de amplificar este tipo de actitudes, lamentable e inconcebibles, dan fe de lo aquí descrito por María Julia Hernández González, maestra jubilada que llegara hasta el campo santo precisamente el pasado día de los padres. Esta página web indaga sobre este tema que tantas quejas ha provocado en la población cabaiguanense.
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