Con la estrategia de operar los dos ingenios de forma escalonada, toca al Melanio Hernández, del municipio espirituano de Taguasco, iniciar la zafra en los próximos días
Con los trabajos de reparaciones ejecutados y la realización de forma satisfactoria de la prueba de arrancada, el central Melanio Hernández va camino a iniciar la contienda en la semana entrante, enfocado en una cosecha corta y que concibe la vinculación del dispositivo de corte del Uruguay como parte de la estrategia de escalonar el funcionamiento de ambas industrias para buscar mayor aprovechamiento de la capacidad de molida.
Radamés Rodríguez Palmero, administrador del central de la Empresa Agroindustrial Azucarera Melanio Hernández, aseguró a Escambray que además de las reparaciones normales, entre las inversiones principales figuraron el montaje de una planta de tratamiento de agua para mejorar la eficiencia de las calderas y la rehabilitación de un tacho con varios años en desuso en aras de buscar mayor eficiencia y calidad en el azúcar.
Destacó que ahora perfilan los detalles a raíz de la prueba de zafra, un ejercicio que incluyó el equipamiento y la maquinaria, con vistas a tener el central listo para arrancarlo unos días antes del calendario, inicialmente programado para el 24 de diciembre.
“La zafra se planifica en 34 días, luego parar el central a finales de enero y continuará la campaña en Sancti Spíritus el Uruguay; es la zafra más corta en la historia del Melanio Hernández; también está concebida la entrega de vapor a la Destilería, incluso si acumulamos bagazo, aunque no se muela, podemos mantener esa entrega un tiempo más”, precisó.
Subrayó, además, que la estrategia de escalonar los ingenios va a resultar favorable a raíz de la vinculación de parte del balance de corte y tiro del Uruguay, “porque en los últimos años la molida ha sido muy baja, inferior al 40 por ciento, de manera que ahora se planifica arrancar moliendo al 75 por ciento de la capacidad”.
Unas de las razones para hacer zafra es que se va a ensacar alrededor del 80 por ciento del azúcar producida para asegurar la canasta básica y cubrir otros destinos, aseguró el directivo.
Asimismo, confirmó que la industria cuenta con la fuerza laboral para acometer la operación y la estrategia sería, una vez terminada la zafra, emplear parte de esos trabajadores en las labores cañeras que es la mayor prioridad de la empresa, también atender otras necesidades que puedan presentarse en el central Uruguay u otros ingenios del país, como ha ocurrido en campañas anteriores.
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