Chucho alegró la vida de niños y mayores en el círculo social Siboney de Cabaiguán donde era visitado por cientos de personas todos los fines de semana
Los fines de semana, desde que la instalación recreativa fuera Club Campestre, hasta que más tarde cambiara el nombre por el de Siboney, el Mono Chucho se encargaba de distraer, principalmente a los visitantes más pequeños que acudían a verlo, sin importarle mucho el tiempo y el tipo de esparcimiento que escogieran sus padres.
El Mono Chucho, no es personaje, porque esa categoría no se da a los animales, pero si ha sido el caco más distinguido en la vida de los cabaiguanenses.
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